El estreno de Los últimos Jedi, el esperado octavo episodio de la saga Star Wars, vuelve a transportarnos a la asombrosa galaxia muy lejana imaginada por George Lucas.
La guerra de las galaxias se convierte, tras conquistar un éxito sin precedentes en 1977, en un extraordinario fenómeno cultural, el más importante de las últimas décadas. Su creador sobresale, entonces, junto a su amigo Steven Spielberg, como una de las voces más reconocibles e influyentes del cine de gran industria norteamericano.
Artista romántico y soñador, fascinado por el futuro y la cultura popular, aprende en la universidad el oficio, influenciado por las miradas vanguardistas, y asociado al entonces bravucón outsider Francis Ford Coppola sueña luego con transformar la identidad del cine de su tiempo. Este escurridizo mad doctor del cinematógrafo logra, relatando las aventuras de Luke Skywalker, Han Solo y la princesa Leia, traducir a imagen los sueños fantásticos de distintas generaciones.
Autor de una filmografía, acaso demasiado breve, apasionante y coherente, precisa una escritura esencial para entender, en definitiva, las mutaciones del medio en el nuevo siglo. George Lucas. American Odyssey se aproxima a la figura del cineasta y a los escenarios por los que avanza, y analiza minuciosamente los numerosos filmes propuestos en sus distintos cometidos artísticos, mientras observa la evolución del nuevo ciclo de Star Wars, inaugurado por J.J. Abrams con El despertar de la Fuerza.
